A mi cachonda madrastra le importa todo una mierda

Ha llegado un momento en el que a mi cachonda madrastra no le importa nada, ni si quiera que mi padre esté durmiendo en la cama y ella y yo comiéndonos la boca antes de echar un polvo a su lado. Desde que la conocí supe que esa mujer no era para mi padre, fundamentalmente porque la quería para mi y es que era la típica madura de treinta y tantos años potente a rabiar que te follaba con la mirada. El día menos pensado dejo preñada a esta puta y a ver cómo se lo explicamos a papá, estoy seguro de que al pobre hombre le da un infarto a su edad.